
Neus Ibers
Ya hace meses que volví de Perú a Cataluña y que rápido pasa el tiempo….Hace poco que por mi cabeza bailaba la idea de ir a Perú por las vivencias que me transmitieron monitores y maestros del colegio de toda mi vida en el Prat de Llobregat, hace poco que me puse en contacto con Prokarde y empezó a moverse todo y aún hace más poco de mis correos con la hermana Celia de Quellouno y la hermana Ingrid en Lima explicándome y concretando cosas.
Y se hizo una realidad! Ahora ya ha pasado tiempo de mi regreso y puedo decir que ha sido una gran experiencia personal. Corto pero muy intenso. Lento los primeros días y muy rápido cuando me sentí como en casa.
Fueron unos días en Quellouno llenos de muchas cosas. Llegué un viernes noche, después de un día movidito de viaje. El fin de semana estaba por empezar, los chicos, hermanas y pueblo por conocer y la magia de esta experiencia por descubrir.
Esos días de julio para los chicos fueron de más libertad, final de clases antes de las vacaciones, salidas y excursiones, fiestas del Carmen, patrona del pueblo y de las Carmelitas, día de logros en las escuelas, asamblea con las familias en la casa de acogida y fiestas patrias. Si! una gran suerte! poder ver y compartir tanto! De todo en poco más de 15 dias. Muchos momentos de compartir, de conocer la realidad de Quellouno y de los chicos/as , convivir con ellos y ellas en la Casa de Acogida Juana Gratias, con las hermanas, con los niños en la escuela infantil a ratitos, misas, danzas, música , excursiones, juegos, risas y emociones. Muchas emociones y sensaciones especiales difíciles de escribir, pero fáciles de sentir y recordar cuando des de aquí cierro los ojos.
Mi trabajo fue “estar”, acompañarlos, pero creo que fue más al revés, ellos y ellas me dejaron estar, me acompañaron y me acogieron, me dejaron formar parte de su vida, de su realidad y llenaron la mía de cosas bonitas esos días. Sin olvidar que son realidades duras, que hacen pararte a pensar y querer actuar. Como Prokarde, las hermanas y las tutoras, que actúan dia a dia en la casa para poder mejorar esas realidades. Especial también el acompañamiento de 4 chicas francesas con un gran trabajo en psicomotricidad a realizar con los chicos, un placer colaborar y aprender de ellas y de los chicos.
Los chicos/as me dejaron conocerlos, a sus familias, su colegio, su día a día, su tiempo libre, su entorno, sus emociones…y como me paso con el turismo por Perú los días después, me quedó mucho por descubrir. Cosa que me late dentro y me dice que quiero volver pronto. Gracias a ellos, a las tutoras y a las hermanas por su trabajo de vida, a Prokarde y a Perú.
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